viernes, 29 de enero de 2010

Libre


Desde que dejé Uruguay, mi relación con el celular cambió totalmente. Prescindí de él por diez días y ahora voy sumando contactos, como una niña que recién empieza a agregar uno por uno pero nadie la llama porque la necesita. Libre. Todo el mundo con sus blackberry, sus llamadas y mensajitos y a mí no me interrumpe nadie. Siento que para mí eso quedó atrás. Pero no es tan fácil, ya voy unos quince contactos y la lista va aumentando de a poco. Voy a seguir disfrutando de estos días en los que caen tres o cuatro mensajitos a la semana.

P.D.: La foto es el empezar de cero, así me sentí cuando llegué: empezar de cero a conocer gente, a trabajar y manejarme en esta gran ciudad sola, con algunos chilenos buenos que me acompañaban.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Es bueno liberarse a veces de la presión de la gente que te solicita ya,en este momento,dispone de tu tiempo y de tu mente a su antojo,sin respetar tu privacidad,por asuntos intrascendentes...irrelevantes.Usemos más el SC y menos el cel para vivir con más tranquilidad.cbg