miércoles, 26 de febrero de 2014

A Barranquilla II


Barranquilla te veo preparándote carnavalera,
aromas intensos, regadero de sopas de mondongo caliente,
Perfumas tus ferias regateras, con bollos y empanadas fritas,


Clubes nocturnos dan paso al estadio, con desvíos a peluquerías,
discotecas con guardias espaldones,
rodeadas de puestitos con brochetas de “vaina” de no-se-qué.
Invitas a perros calientes, con salsas suculentas,
que degustas con la melodía de las bocinas chirriantes.



Barranquilla “a la orden mamita”,
conversas con esa mujer hermosa.
Tus filas anchas de costeños, cachacos y gringos empujándose
hasta el amasijo sudoroso de las pieles mezcladas.
La policía disfruta a la muchedumbre ansiosa, 
que gritona la ordena con las cabezas de sus caballos.

"Hasta abajo", se ha dicho.

Barranquilla noble, de personas que entregan el corazón por ti,
Acogen a tus visitantes y les muestran orgullosos
las maravillas de tu cultura,
Cuidas como madre a tus turistas y los integras a tu familia.





Desfile de carnaval
Pueblerina, cierras tus calles,
riegas música y alcohol entre sombreros "vueltiaos",
Y no necesitas más para divertirte,
vibras con la simpleza de tus colores.
Ahora descansas después de la fiesta del Bicentenario,
Y te preparas para abrir la puerta de oro del Atlántico, para carnavalear.


Fotos: Karla Pi

Un carnaval musical de ritmos típicos, donde la gente es protagonista:

La llave. El tema del carnaval de Barranquilla del Bicentenario.
El mapalé, una prueba de resistencia.
Millo, la flauta de la gozadera del carnaval.
Cumbia colombiana (esta cumbia es folclórica, muy distinta a las cumbias de Chile, Argentina o Uruguay).

miércoles, 19 de febrero de 2014

Valparaíso de color


Valparaíso, de estilosos colores carnavalescos y música de autor,
azulejos marmolados con graffiti subversivo,
letreros asíntonos envueltos en arte muralesco derrochón.
Ciudad porteña patrimonio de la humanidad.

Tus casas coloridas escalan tus cerros en bloque,
el Cerro Alegre enmarca el sol poniente,
en tejados de chapa y cuerdas de ropa saltimbanqui,
pincelan el ocaso bohemio y verde anarquista.

















Valparaíso de estilo inglés barroco de antaño,
con vestigios de marinos divertidos,
que caminan en tus senderos escalonados
sus torsos se inclinan al son de las copas de vino chileno,
mientras corretean en tus escaleras herrumbradas.

Faroles antiguos imponen el espectro de tu elegancia,
balcones sucios, colgantes de flores silvestres,
buses locos, vagones y palomas atrevidas,
aromas a pescado y orín en tus paredes,
acarician la delicada pérgola iluminada por el sol.





















Hoy tus caminantes contemplan tus cerros encantados,
un paso por las casas de tés y ferias ambulantes,
les susurran secretos de los años mozos,
de cuando eras puerto principal,
historias escondidas de esos marinos locos,
que se inspiraban en mujeres con encanto viajero.

Valparaíso ciudad porteña, altanera y abierta,
palmeras mecidas en las calles empedradas.
Tus muros se levantan artísticos en la bohemia de tu mar.
Ciudad de tonos fuertes, risas y música,
pincelan tu desorden en clave cultural.
Valparaíso hermosa, te vuelvo a contemplar.

Se recomienda leer el poema junto con esta canción: Valparaíso, la joya del Pacífico. 

sábado, 1 de febrero de 2014

Pasos de La Pedrera

Atardecer con encanto en La Pedrera. Foto: Juan M. Araya.

La Pedrera, bohemia y natural,
de pasos sin apuro, caderas cadenciosas y pareos al viento,
desfilan por tu empedrado de faroles negros,
escoltado de sonrisas simples en caras bronceadas.

La Pedrera de calles encajonadas,
chivitos, cerveza, mates y tablas de surf,
con librerías y rincones de diseño independiente.
tus días radiantes marcan el verano, relajado y sin tiempo.


Mujer bronceada, tranquila,
con aire musical y espontáneo
bajo el sol ardiente, olas surferas y espuma desbordante,
avanzas en la arena de ocaso dorado rústico .

El tun tun de tambores candomberos,
el chas chas de bailarines que acompasan,
un cantante que acompasa con su reagge,
son sorprendidos por la lluvia nocturna
que con aire fresco, envuelve la noche encantada de aroma dulzón.

Fotos chivito y tormenta: Felipe Ríos.