domingo, 12 de mayo de 2013

A mi mamá


Como Calíope, la musa de la poesía épica y musa de musas, tu eres una musa inspiradora para mí.
Cartagena de Indias, Colombia.  

Hoy pienso una vez más en tí con una sonrisa,
lejos, cerca, seguís cumpliendo tu rol de mamá para tus hijos.
Te formaste para educarme con mis hermanos, como un posgrado de la vida.
En el cual no rendís los exámenes finales, ya que siempre aparece un desafío nuevo
para que vivas como consejera privilegiada.

Siempre pusiste adelante mi voluntad antes que la tuya,
formándome con amor y sabiduría maternal para que cumpla mi rol en el mundo,
sin influenciarlo, plantaste la semilla que fortalece mi voluntad,
y te dedicaste a darle vida con valores, para que crezca fuerte y alto,
y sepa defenderme en mi camino, ya que soy la única responsable del mismo.
 
Un jardín de flores para ti.
Concepción Chile.

















Decís que no te gusta cocinar, ni coser prendas creativas,
pero para tu familia lo hacés como si fueras una experta.
El mundo moderno te tomó desprevenida: skype, chat, mail, fotos,
pero nada es suficientemente difícil si es para compartir con tus hijos,
incluso ahí estás mamá, con mensajes de "alimento espiritual", que escoges con cuidado.
 
Estuviste presente en pequeños momentos, como si fueran únicos,
que han sido fundamentales para mi felicidad y crecimiento.
Y nunca me diste una solución, sino que me enseñaste a cómo solucionarlo a mi manera.
Hoy sonrío escuchando el eco de tu risa escandalosa en mis oídos,
que me guiña con un motivo para aprender algo nuevo y disfrutar de la vida.

Mujer, amiga, madre, esposa, hermana, hija, porque como mamá sos un poco de todo.
Alegre, bailarina, colorida en tus ropas y en tu ser espontáneo,
maestra de la vida, te admiro porque con tu ejemplo
no te cansas de guiar a tu familia por el camino de la felicidad.
¡Feliz día mamá!