miércoles, 28 de septiembre de 2011

Su lugar

Andrés ahora entendía por qué toda su familia se hallaba reunida en su cuarto. Él vive ahora en Chile, y hablaba  con su familia radicada en su Colombia natal.
-Más de una vez le dije a mis padres y a mi hermana que me dejaran solo, mientras me encerraba entre las cuatro paredes, decía Andrés.
Una nostalgia agridulce invade su rostro que retrocede en sus recuerdos.
-Hoy cuando los vi a ellos a través de la cámara, todo me hizo clic.
-¿Estaban en tu cuarto? -Andrés sonríe-. 
-Sí, me di cuenta de por qué iban allí. Hoy hablaban conmigo desde mi lugar, porque una vez más me buscaban para conversar, y sabían que allí me iban a encontrar. Mi cuarto es mi lugar.

Y esa noche por primera vez los extrañó.

sábado, 24 de septiembre de 2011

Apagón

Desde que sucedió el terremoto del 27 de febrero, en Chile no se había registrado un apagón de tal magnitud. Desde las 21 hs aproximadamente, la gran Santiago imponente e iluminada, el sábado se tiñó de negro. Estaba en casa y con mis compañeros de apartamento solo nos sentamos a conversar de la vida.
El ministro de Energía dijo "Entendemos la indignación de más de 10 millones de chilenos..." y  otros políticos fustigaron sus explicaciones. Las bromas iban y venían. Desde las alusiones a los "agarrones" a oscuras hasta que no falló el suministro, sino tu ministro de Educación y del Interior (dedicado a Piñera, presidente de Chile).
Yo creo que estas situaciones son las más divertidas ya que las personas se encuentran desprevenidas, interrumpidas de sus actividades usuales y se ven obligadas a sacar su creatividad para pasar el rato.

Me acuerdo de cuando era pequeña, que adoraba esos momentos. Quedarse sin luz por media o una hora era cosa de cada dos meses, y eran las instancias de conversaciones obligadas. Bajo la luz de las velas, nos juntábamos en el comedor a escuchar historias de la infancia de nuestros padres, o simplemente jugábamos a las cartas entre mates, o nos peleábamos para ver quién se sentaba primero en la falda de mamá o papá, para que nos abrazaran con la excusa del miedo, y dormitar un rato allí. Disfrutábamos ese momento  bien nuestro, porque todo dependía de lo que decidiéramos hacer, sin aparatos tecnológicos.

Conversaciones interesantes, cenas a la luz de las velas, cuentos de terror, historias de la infancia, reflexiones con lágrimas silenciosas o risas sonoras sin sonrisas ante la oscuridad de retorno indefinido. Sólo parar... pensar... y esperar. Los sonidos prevalecen ante las imágenes, las voces y la imaginación, que le dan su toque mágico a esos momentos irrepetibles.

¿Cómo fue para vos el apagón?

miércoles, 21 de septiembre de 2011

Endieciochados

Caricatura de Condorito, personaje típico chileno festejando la Independencia.
El 1° de setiembre el tránsito matutino se viste de cuecas en las esquinas. Las banderas ondean imperiosas en las casas y en los autos, y el aroma de asado va inundando los domingos previos al 18. Se ven sonrisas en el rostro de los chilenos, planeando el festejo de esos tres días en que tirarán la casa por la ventana. Chile se viste de fiesta. Las conversaciones rondan los preparativos, de tomar, tomar, tomar, tomar, de asado, empanadas y anticuchos, en una ensalada con chicha, vino y jolgorio en algún pueblo del sur, playa o fonda. El festejo parece obligatorio hasta para los extranjeros: los chilenos nos preguntan también qué haremos el 18 de setiembre. El vino remueve el espíritu chileno patriota que sale en las fondas en su máxima expresión. Las Fiestas Patrias se festejan con el espíritu de carnaval multicolor. Las fondas musicales, las calles repletas de caminantes independentistas, todos se vuelven amigos que se saludan con alegría etílica sin fin, con su bandera roja, blanca y azul en alto y el paso de cueca al compás. ¿Y si sos extranjero? ¡Más que bienvenido! Eso sí: reboleá la bandera chilena, pegate el vaso en la mano, y que no te vayan a ver sin "copete" y sin gritar: "Salud chilito po".

Notas:
1- Escribí setiembre a propósito porque así se escribe en español uruguayo.
2- Endieciochado: Referente al 18 de setiembre.
3- Anticucho: brochette de trozos de diferentes carnes: usualmente cerdo, carne, pollo y chorizo.
3- Cueca: música folklórica típica chilena.
4- Fonda: Fiesta típica chilena, estilo las fiestas típicas rioplatenses. La gente se reune, baila, hay grupos musicales, comen y beben mucho con espíritu independentista.
5- Copete: Modismo chileno para designar un trago.

sábado, 3 de septiembre de 2011

Devolver la mano

Gabriel me hizo acordar por qué es que estamos viviendo acá en Antofagasta - dice Ana.  Es difícil estar pendiente de ella, vestirla día a día, prepararle la comida. Su memoria dejó escapar vivencias, pasa más tiempo acurrucada en la cama y el sillón, con sus miembros frágiles sin las energías de antaño. Recuerdo a esa mujer de carácter impetuoso y adorable, que acompañó mis pasos infantiles y adolescentes, con ternura y sabiduría. Mi madre trabajaba todo el día, por eso la abuela era mi cómplice. "Abuelita, tiré el tarro de azúcar", le decía yo con mi mejor cara de culpabilidad infantil. "No pasa nada  mi niña, mamá no se enterará", solía decirme con picardía mientras se apresuraba a arreglar el desastre. Así con la comida, con mis tareas, con mis salidas, ella me aconsejaba, me escuchaba, me enseñaba las lecciones de la vida. Ella me cuidaba siempre de los hombres, incluso hasta de los de mi familia. Ella me crió. Ahora todo tiene sentido para mí: por qué ella era tan buena moza, tuvo sus hijos, padeció un cáncer al útero joven y fue tan desconfiada con los hombres. Enviudó joven y nunca rehizo su vida con otro hombre. Debe haber sido difícil  para la abuela, vivir con el infierno de haber sido violada desde los cinco a los diez años por un tío, con su madre ausente, y que su  propia abuela le echara la culpa del suceso por ser "demasiado coqueta". Ella se aseguró de que su familia nunca viviría esos tormentos, y le daría una vida de dulzura a sus nietos.
Ahora ya no sale, no se viste coqueta, ni conoce muchachos, como  me dice que lo hace. Ahora camina lento. "Me hice pipí" me dice, como una nena traviesa. "No pasa nada abuelita, mamá no se enterará", y la cambio mientras nos reimos las dos. Así hoy soy su cómplice, la ayudo a cambiarse los pañales y comparto sus últimas travesuras, con el mismo cariño, mientras va alejándose de este mundo y se acerca más a Dios.

Este es un homenaje a una amiga y a su abuela, junto con este tema del uruguayo Pablo Estramín.