domingo, 29 de noviembre de 2015

Noches de San Andrés


El mar nocturno isleño,
acaricia los oídos,
la brisa fresca se filtra en el sopor veraniego,
brazos esquivos,
que invitan a una danza de caribe,
orilla de huellas sinuosas,
borradas en viento.

Pieles negras, curtidas por el sol sofocante,
Dios regala una isla de ensueño para sus turistas,
y a sus habitantes, esclavitud de la diversión veraniega
Un coco cae, degusto un fruto de pan,

Danza de papaya y coco,
en mar, con repiques de viento candente,
el acuario espera,
con sus peces y erizos grandes,
el océano con sus barcos naufragados,
un sello de historia guerrera,
por la conquista de la Isla.



El océano azul baña tus costas,
encanta la noche del centro,
en el glamour de tus visitantes exclusivos,
la brisa salada, seduce los pies de tus caminantes,
al compás de las palmeras
en rimo suave de relax.

En un rincon de tu isla,
escondida en las palmeras,
están los libros de Alicia,
sus historias de viaje por el mundo,
y sus ansias de atesorar las experiencias del mundo
en su casa y en sus libros.