miércoles, 22 de junio de 2011

Déjenla bailar samba


-Quiero estar cerca de mi abuela - me decía Ame. Es la persona que más amo en el mundo.
Su abuelita le daba seguridad en la vida.

-Cuando ocurrió el terremoto fue la primera persona en quien pensé -me decía contenta-. Tenemos una relación muy linda y muy fuerte desde que yo era niña. Sólo quería estar con ella siempre.

-Cuéntame más de tu abuela, amiga. Te ves feliz cuando hablas de ella - la incentivé-.

-Es una persona maravillosa, tiene mucha vida. Está siempre con buen humor, quiere ayudar a todos y es muy sincera. Los hijos le obedecen y la respetan mucho.

"Como una abuelita cacique", me la imaginé, tierna, firme, alegre.

-Es una matriarca- continuó mi amiga -, en la familia le pedimos consejo antes de hacer algo.
"Comenzaba el repiqueteo de los tambores, los pies invadían las calles de a poco, brillos, colores y eco de voces carnavaleras. Alegría brasilera que..."

-Tiene una energia muy buena ella... ¡vive con samba! Escucha la samba y vibra al compás cada instante.

"...que invade el aire, sonrisas blancas, berequeté, platillos y multitud de brazos ondeantes en una fiesta sin fin. La samba se impone y ella se siente feliz, cantoneando sus caderas a ritmo, liberando su corazón 'verdeamarelo'..."

-Ahora sólo canta, ya está viejita. Pero cuando se despida de este mundo, podrá bailar eternamente feliz.

P.D.: Dedicado a los abuelos en su día (en Uruguay es el 19 de junio).

sábado, 11 de junio de 2011

Porque eres mi Uruguay


Punta del Diablo, Rocha. Uruguay.

Una vez más me esperabas allí, tan tranquilo como siempre.
Tu calidez otoñal me envolvió de nuevo.
Uruguay: con tus ómnibus lentos que divisé desde el avión,
tus banderas celestes ondeantes de esperanza,
tus edificios bajos, tu pradera verde inmensa decorada con vacas y árboles,
tu cielo celeste con frontera en el mar infinitamente tranquilo.
Una vez más sentí tu acento fuerte que marca presencia,
impresiona a los extranjeros y es objeto de bromas.
Escuché tu susurro taciturno diciendo que siempre esperarías a tus hijos,
como si hubieras comprado las horas del tiempo.
Extrañaba tus conversaciones interminables,
palabras opinólogas, pretendiendo ser
cultas pero auténticas.
Risas en la calle, sin prisas, bromas con desconocidos, y diluir las barreras del miedo.

Ciudadela de Montevideo. Uruguay.

Una vez más extrañaba a mis uruguayos cancheros y de buen porte,
Disfruté del atardecer sublime en el horizonte reflejado en el agua.
La rambla nocturna y esplendorosa,
que entre anécdotas mateadas aventuraba una noche divertida.
Respiré tu aroma marino con vientos de candombe y tango,
compartí con mis hermanos, proyecté mi futuro.
Una vez más el asado familiar me devolvió mi uruguayez.
La ronda de mate, los bizcochos calentitos y el chivito desbordante.
Tu vida cultural exquisita que invita al aplauso.
Tu pasión futbolera, tu siglos de nostalgia histórica,
escrutando el futuro con latidos esperanzados.
Una vez más me sentí parte de ti,
así como en el mundial me abrazaba en tu bandera y gritaba "celeste".


Candombe, Carlos Paez Vilaró. Foto: carlospaezvilaro.com.uy
¡Cómo te extrañaba mi querido Uruguay!
Seguiré mi camino, orgullosa de ser tu embajadora en el mundo.
Quiero que me abraces con tus manos tibias dadoras de vida,
que me mires con tus ojos honestos,
y sientas con tu corazón de adolescente inocente,
con tus pasos al lado de la posmodernidad.
Una vez más sentí tu sencillez natural y trasparente,
con tus prioridades claras y tu amabilidad obligatoria.
No pretendes tener récords increíbles, ni aparecer en la agenda del mundo,
sólo pretendes ser tú, Uruguay.
Una vez más me cargaré de energía rioplatense,
Porque tú eres mi historia, parte de lo que soy, y de lo que seré.


Un turista, ¡un amigo!
Conoce más Uruguay Natural.

miércoles, 1 de junio de 2011

Caballerosidad

Metro de Santiago, Chile. Foto: Kurt Vega.

Los hombres dejan la caballerosidad en la boletería del metro y la recuperan en la próxima.