viernes, 6 de noviembre de 2009

Según el cristal...



El entablar amistad con extranjeros ha sido uno de los regalos más hermosos que disfruté este año. Además me ha hecho apreciar algunos aspectos sobre mi país, de la mano de sus experiencias.

- Somos buenos, tranquilos (demasiado a veces) y serviciales.
- Montevideo es muy linda (un poco sucia sí), las distancias son pequeñas y no sufrimos de embotellamientos.
- Es fácil hacer contactos, todo el mundo se conoce. Es útil para solicitar becas, fondos, la mayoría de las oportunidades están en la capital.
- Se realizan muchas actividades culturales ¡y gratuitas!
- Somos cultos en general (y un poco opinólogos también). Siempre tenemos tema de conversación, hay muchos estudiantes universitarios (en relación a otros países) y los niños leen y escriben.
- No tenemos respeto por la hora, llegar diez minutos tarde es ser "puntual". Impuntualidad es más de media hora tarde. Y los demás deben acomodarse a nuestra impuntualidad para no perder tiempo.
- Una pierna se le queja a la otra. Nos quejamos de todo y nos conformamos con un "es lo que hay", sin actuar cuando vemos injusticias.
- Hacemos cola hasta para ir al baño. Nos quejamos (para variar) pero nos sentimos importantes si le decimos a un amigo: "Ufff qué cola que tuve que hacer hoy".
- Monótonos y poco saludables en las comidas. Nos cuesta animarnos a probar sabores nuevos y no salimos de la carne y de las pastas. Los extranjeros que conocí engordaron unos kilos aquí.
- Chic uruguayo = gris. Nos encanta el azul, gris y negro, y nada de brillante. Vamos, vamos, un poquito de color no mata a nadie.

Me llevo una buena impresión porque mis amigos extranjeros me han dicho que Uruguay es un excelente país para vivir. Y que sus problemas son solucionables. Además fabricamos el dulce de leche que es uno de los manjares más deliciosos que existen, ¡y el uruguayo es excelente! Eso sí, como nativa típica me siento bien cuando halagan a mi paisito, aunque a veces pienso mucho en sus aspectos negativos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Es bueno pensar en lo que tenemos con el cristal de un extranjero,tal vez podamos ser más positivos,menos quejosos,más agradecidos por las bendiciones que hemos recibido y no siempre la lente uruguaya las detecta.Somos un caudal humano atesorado increíble!cbg