-El trueque es una forma excelente de intercambio -me explica Juan-. La persona te da algo de sí misma y no tiene que desembolsar dinero.
Me imaginaba nuestra sociedad actual usando más esta forma de intercambio, cómo sería... así que le propuse un trueque.
-¿Qué tal si me enseñás a cocinar platos colombianos y yo te llevo licores caseros? -le dije, tratando de aplicar el concepto.
-¡Ahí va!, a eso me refería -me contestó-. El trueque es así, auténtico y cada transacción es única.
Me preguntaba si podría practicar el trueque para aprender a bailar salsa o cocina de otros países a cambio de mis licores... ¡no es mala idea!
5 comentarios:
En algunos de los asentamientos que visité el trueque es moneda corriente. Incluso, a veces más corriente que el dinero.
Sí Anonetoy, lo sé. A mí lo que más me gusta es cuando los niños tienen esa necesidad de "trueque" a su manera, cuando te dan un dibujo, o fabrican algo con papel, madera o lápices de colores a cambio de la casa nueva.
Me acuerdo que una vez, de chico, leí un libro de ciencia ficción donde, después de una serie de eventos desafortunados, la sociedad se reinventaba. Y llegaba, entre otras cosas, a una especie de trueque como forma de via (especie porque, en un principio no requería un intercambio... yo me llevaba lo que necesitaba y otro hacía, y otro vendría después a buscar lo que necesitaba y yo hacía).
A veces me pregunto si los niños no entenderán mejor las cosas.
¡A no tirar la toalla!
todo se reinventa,buena idea,prácticas antiquísimas en sociedades modernas...el comentario de pablo me recordó a la novela de Morris West "Los bufones de Dios".a practicarlo entonces...cbg
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