sábado, 5 de noviembre de 2011

Encuentro


-Nunca me cansaba de conversar con él- la abuela recuerda a su esposo. Habla bajito, lo que su voz le permitía. Movió sus manos tímidas y retorcidas por el reuma, y sus piernas cada vez más oxidadas por los años. - Éramos muy buenos compañeros, compartíamos todo.

-¿Extrañás al abuelo?

-Sí. Hace casi 20 años que estoy viuda, pero lo siento cada vez más presente, preocupado por mí.

Ella mira al techo, con sus ojos de nostalgia cristalina, intentando vencer la curvidad creciente de su cuerpo. Sonríe feliz, con una risa tímida continúa:

-¿Sabes? He soñado que el abuelo está junto a mí. Anoche fue tan real que sentí su mejilla al lado de la mía, y no quería despertar, solo quería que el sueño perdurara... 

Y entre mates, recordando al abuelo, estaba feliz porque sintió que él la estaba esperando, y ya faltaba menos para el reencuentro. 

4 comentarios:

Bárbara dijo...

Xime

Una vez más, me emocioné leyendo tus posts...

beso!!

Anónimo dijo...

No puedo evitar llorar cuando lo leo.Me emociona tu amorosa calidez,tu contención,tu tacto delicado y tu comprensión hacia ELLA que te adora y te admira mientras se va apagando.cbg

Anónimo dijo...

Muy sentimental y emotiva tu descripción de la decadencia física y del dolor, y del ensueño casi inconsciente, como refugio placentero de evasión.RH.

Anónimo dijo...

Me lo leyeron¡Cuánto me emocioné al oírlo! Nunca pensé que nuestras conversaciones aparecieran en un cuento.
Te extraño mucho,te quiero,sigue con tus cuentos maravillosos que alegran el alma.abu