sábado, 24 de septiembre de 2011

Apagón

Desde que sucedió el terremoto del 27 de febrero, en Chile no se había registrado un apagón de tal magnitud. Desde las 21 hs aproximadamente, la gran Santiago imponente e iluminada, el sábado se tiñó de negro. Estaba en casa y con mis compañeros de apartamento solo nos sentamos a conversar de la vida.
El ministro de Energía dijo "Entendemos la indignación de más de 10 millones de chilenos..." y  otros políticos fustigaron sus explicaciones. Las bromas iban y venían. Desde las alusiones a los "agarrones" a oscuras hasta que no falló el suministro, sino tu ministro de Educación y del Interior (dedicado a Piñera, presidente de Chile).
Yo creo que estas situaciones son las más divertidas ya que las personas se encuentran desprevenidas, interrumpidas de sus actividades usuales y se ven obligadas a sacar su creatividad para pasar el rato.

Me acuerdo de cuando era pequeña, que adoraba esos momentos. Quedarse sin luz por media o una hora era cosa de cada dos meses, y eran las instancias de conversaciones obligadas. Bajo la luz de las velas, nos juntábamos en el comedor a escuchar historias de la infancia de nuestros padres, o simplemente jugábamos a las cartas entre mates, o nos peleábamos para ver quién se sentaba primero en la falda de mamá o papá, para que nos abrazaran con la excusa del miedo, y dormitar un rato allí. Disfrutábamos ese momento  bien nuestro, porque todo dependía de lo que decidiéramos hacer, sin aparatos tecnológicos.

Conversaciones interesantes, cenas a la luz de las velas, cuentos de terror, historias de la infancia, reflexiones con lágrimas silenciosas o risas sonoras sin sonrisas ante la oscuridad de retorno indefinido. Sólo parar... pensar... y esperar. Los sonidos prevalecen ante las imágenes, las voces y la imaginación, que le dan su toque mágico a esos momentos irrepetibles.

¿Cómo fue para vos el apagón?

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Ay ..Nati,viviste el apagón como algo mágico que hizo volar tu imaginación de escritora hasta tu niñez.Estabas en casa segura y protegida.Pero es entendible la indignación de los usuarios que no lo pasaron tan bien:en la calle sola y a oscuras;en un trabajo de riesgo,ni me imagino en un block quirúrgico.La impunidad que trae consigo la oscuridad,destapa instintos perversos que llevan a cometer todo tipo de atropellos.Nada romántico,más bien peligroso.
El apagón pudo ser romántico,divertido,espeluznante,trágico,dependiendo de dónde estabas y con quién.Así es la vida misma.cbg

Anónimo dijo...

Muy sugerente. El apagón como vehículo que permite atravesar las dimensiones de espacio objetivo en viaje hacia el interior del ser, y la de tiempo presente,compartido, evocativo, a la "luz" de las circunstancias, de anécdotas donde el ingenio acercaba a las personas y permitía llenar vacíos tecnológicos.RH.