miércoles, 2 de julio de 2008

El hombre no es ángel ni bestia. Es peligroso hacer ver al hombre cuán igual es a las bestias, sin mostrarle su grandeza. Y también es peligroso hacerle ver su grandeza sin mostrarle su bajeza. Pero es todavía más peligroso ignorar una y otra”.

Blaise Pascal


Luego de ver Shoá, la exposición sobre el Holocausto Judío, me convencí de la importancia práctica de las palabras de Pascal. Pensamiento aplicable en el siglo XVII como en el XX y el XXX (¿?), que da por el traste la paradoja intelectual del progreso del hombre. Lo que impacta es que todos tenemos esa característica innata: alcanzar el potencial de ser grandes o de ser bestias. Y lo bueno (o lo malo, no lo sé) es que lo podemos elegir.

Lo refleja el marine Teanek, cuando Oriana Falacci lo cuestiona acerca de la guerra de Vietnam: “El hombre es un animal bastante ridículo. A pesar de su inteligencia, sigue resolviéndolo todo con la violencia”.





¿Las dos facetas del ser humano?


Fotos de la exposición del Shoá (Subre de la Plaza del Entrevero)




1 comentario:

Anónimo dijo...

Me impactó el pensamiento de Pascal,
sigue vigente.
La foto muestra la dualidad humana.Leíste a Oriana? qué bueno!cbg